miércoles, 29 de abril de 2009

Te observo, no puedo evitarlo.
Tan angelical, tan asombrosamente tranquilo.
Qué pensás? Qué ves?
Dónde estás? Quién te acompaña?

Te desnudo.
Sí, da vergüenza admitirlo,
vos tan indefenso y yo desnudándote.

Te miro como nunca,
qué otra oportunidad tendré?
Me aprendo los detalles,
cada centímetro de tu ser.

Creo que sonreís, espero que sea por mi.
Cuánto deseo estar donde estás vos!
A dónde te fuiste?

Y ansío que despiertes, que me beses,
que desayunemos y me cuentes tu sueño.

Como siempre, yo no dormí,
me desvelé mirándote, pensándote.

Y, como siempre, te mentiré:
te diré que me quedé leyendo,
escribiendo, estudiando u ordenando.

Pero paso cada noche pensándote,
mirándote,
queriéndote,
esperando estar donde vos.

(22.04.2009)


[cómo cuesta escribir así! ya va a salir]

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