Camino sinuoso, zig zag, ir y venir infinito.
¿Hacia dónde vamos?¿Qué buscamos?¿Cuál es nuestro motor? O peor aún, ¿qué mierda queremos?
Se hace tan difícil caminar, seguir adelante (o atrás?) sin saber dónde vas, dónde quiero ir.
Y se me hace imposible ya parar. ¡Stop! ¿Por qué sin saber? ¡Frenate, pensá, fijate!
No, el miedo es aún más a parar, a comprobar que te volviste a equivocar.

(febrero.2009)