Como un pequeño pájaro encerrado doy vueltas por la casa; espero. Sé que no vas a volver. Estarás con otra, con otro, ¿qué diferencia hay? Si deberías estar conmigo, compartiendo nuestros cuerpos, acariciándonos.
Pero no, hace mucho que perdimos eso. Si hasta las peleas se volvieron rutina.
Y no volvés. Las hroas han pasado y no tengo noticias tuyas. ¿Qué más da? Esto es lo que nos queda, amor: un nosotros borros, unas esperanzas rotas de fábrica, un nuevo último intento fracasado.
Me acuesto en la cama, deseosa de escuchar la puerta abrirse, con temor q cómo estés, con pánico de tus elecciones. Pero no volés. No creo que vuelvas.
Y llegás. Y me ignorás. ¿Para qué venís? Al menos con tu ausencia te puedo soñar. Pero venís y qué burda realidad la de vivir, sin guerra, sin paz.
[17.11.011]
No hay comentarios.:
Publicar un comentario