jueves, 14 de abril de 2011

El martes se murio un pibe. Lo pisó un tren.
Y saben qué? Era un re pibe. Era un flaco que emanaba buena onda, que emanaba ganas de hacer, que te acercabas y te dabas cuenta que sentía las cosas, que se movía, que quería y hacía, que venía y te daba un abrazo, así, con la mejor vibra, porque él era así.
Y tenía 20 años. Y el martes le pasó a él, y a cuántos más seguro! Y mañana a quién le pasará?
Y nosotros esperando que nos llegue la muerte, esperando el momento adecuado, temiendo en vez de vivir.
No quiero tener más cuentas pendientes, no más miedos, las cosas de una y sin frenos.
Gracias, Chipo, por enseñarnos incluso cuando tu cuerpo ya no está más entre nosotros.
Nos vemos en un tiempo, y ahí no voy a perder la oportunidad de conocerte todo lo que no llegué en esta vida.

2 comentarios:

L dijo...

me dejas sin palabras Jan......

Jancha dijo...

y si, son cosas que pegan feo, que se yo!